Concupiscencia

Yo siento que vos estás y que vos te quedas, en cada remezón que das a mis manos cuando mi cuerpo se aleja del tuyo queriendo despertar del caudal sin cauce que tus besos son para mi boca, e insisto en mirarte unos segundos desde lejos, con el solo objetivo de entrar un poco por tus ojos, esos ojos un tanto adormecidos por el placer que recién les h entregado la conexión de tu lengua tibia y porosa con la mia.
Intento ponerme tras tus ojos e intento ver cómo es que tú me miras y solo veo tus ansias por no perder el calor que tus manos le dan a mi piel, con la misma energía que tus ojos estallan en frenesí por tenerme tendida sobre tu piel, sin que nadie amenace con encontrarnos, sin que nadie contabilice el tiempo que te tengo conmigo, sin que nadie conozca los lugares en los que estuvimos, sin que nadie se entere que hace cuatro años conocí tus labios y menos que ahora volví a probarlos y sin que tú sepas que me gustó más que la primera vez y que quizás todo lo que pasó entremedio me sirvió para saber que un beso tuyo era más anhelado que el de tantos otros.

-Banana