Donde la guitarra manca cortó sus cuerdas
El día en que mordí tu mejilla y rompí tus encías
El niño que maltrataba a sus padres desde anciano salió a cobrar la maldición autoimpuesta
Más allá de las nubes, más allá de las nebulosas, más allá del cielo azul y de donde vuela el cóndor
A solo segundos del instante precioso contreboluntredo
La niña del caballo blanco gris negro luminoso de ojos buenos me miró
A un paso de la mano eterna y del socialismo primitivo donde todos pensábamos ir
Era la hora
Ninguna parte.
Nadie.
1 comentario:
impresionante entrada ^^
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